Rafael Ramírez, crónica anunciada de la renuncia de un ministro

“El mejor negocios en el mundo es el negocio petrolero bien administrado. Y el segundo negocio mejor del mundo es el negocio petrolero mal administrado”. La frase se le atribuye a Nelson Rockefeller, un veterano empresario y político del capitalismo salvaje. Y en nuestro país calza a la perfección. Lamentablemente, en su segunda acepción. Con casi una década al frente de Pdvsa y del Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Rafael Darío Ramírez Carreño, ingeniero mecánico y político (más político que ingeniero), no ha dado pie con bola.
Por ejemplo:


1.- A pesar de haber dirigido Enegás de Venezuela, una agencia reguladora de gas, el cacareado proyecto de vehículos a gas a Ramírez le quedó grande. No sólo se perdió tiempo legislando al respecto, sino que además se obligó, a los ensambladores e importadores, colocar dispositivos de gas en los nuevos modelos. Lo cual terminó siendo letra muerta, incluso en el caso de los vehículos oficiales. ¿La razón? Muy sencilla, no se instalaron suficientes estaciones de servicio con dispensadores de gas. Y por otra parte, el precio de la gasolina en el mercado interno es tan barato como el gas.


2.- Los grandes proyectos de la Franja del Orinoco no terminan de cuajar. La versión chavista de la apertura petrolera espera por las inversiones del principal socio, es decir, Pdvsa. Las grandes trasnacionales no están dispuestas a poner capital hasta que la casa matriz no se baje de la mula.


3.- La producción y exportación diaria de barriles no remonta la cuesta. La cifra está muy por debajo de los 3 millones de los que presume la petrolera. Al menos, los números semanales que pública la Opep distan mucho de las cifras que promociona Ramírez .  El  propio primo hermano del Presidente, Asdrúbal Chávez, quien tiene a su cargo la dirección de comercialización y negocios estratégicos de Pdvsa, muy lucrativos por cierto, recientemente declaró en VTV que su gran meta es llegar a producir 6 millones de barriles diarios. No obstante, deseos no empreñan. Sin embargo,  esa pareciera ser una forma muy diplomática  de latirle en la cueva a Ramírez.


4.- Las promocionadas Petrocasa han resultado un verdadero fiasco. La capacidad de producción y funcionalidad  de la novedosa solución habitacional no cumplen las expectativas planteadas ante el tema de los damnificados. Así como los elevados costos de fabricación e instalación.


5.-La triste historia de la compra desmedida de comida sin contar con la cadena adecuada de frío en Pdval. Toneladas de alimentos de descompusieron. Como dice un cura amigo: “Qué pecado...”


6.- La estafa realizada por un tal Francisco Illarramendi con los fondos de ahorro de los trabajadores de Pdvsa.


7.- El extraño caso del maletín de Antonini Wilson.


8.- Lo que no se sabe...


Con una boleta de calificaciones tan bajas, El presidente Chávez ya debe haber sacado de la gaveta la renuncia debidamente firmada por Rafael Ramírez. Renuncia, con fecha abierta, que todo ministro firma el mismo día que  es designado.


Amanecerá y veremos