Seguidores del paredón

Seguidores del paredón
...todos al paredón...y los que faltan...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Leopoldo López Mendoza, la inhabilitada mentepollo

Las promesas electorales de Leopoldo López son verdaderamente deplorables. Tan deplorables como la terquedad del Gobierno de oponerse a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Sostener la tesis de la inhabilitación de López por corrupto, es facilitarle las primarias a la oposición. López, al igual que la mentira, tiene piernas cortas en la escena política nacional. Pero sus desmedidas aspiraciones de poder pueden llegar a fracturar la llamada Mesa de la Unidad.

Del análisis popular se desprende que el discurso político del ex alcalde de Chacao no tiene “pegada” en los sectores de la población más desposeída. Por el contrario, sus promesas electorales, como la construcción de una gran autopista de seis canales que atraviese de norte a sur el país, sólo compiten con las ofertas de Henrique Capriles, Corina Machado, Pablo Pérez, Ledezma, el Tigre,  etc..., etc... Nada que ver con las verdaderas aspiraciones e ilusiones de los venezolanos. La oposición sólo se concentra en la clase media mentepollo. Es decir, los candidatos de las primarias no compiten por el electorado chavista. Permitirle a López que se sume a esa “merienda de negros” (o debemos decir “de afro descendientes”) ayudaría a fracturar las débiles patas de la MUD.

Sustentar la inhabilitación en que López es un corrupto es un pobre argumento. Decir que malversó recursos en su gestión como alcalde, pasa por revisar las acciones de Freddy Bernal, Juan Barreto y hasta por el manejo de las cuentas del propio Jorge Rodríguez, actual autoridad caraqueña. Ninguna de esas gestiones pasaría liza una auditoría hecha por un estudiante de contabilidad.

Insistir en que cuando López se desempeñaba como Analista de Entorno Nacional en la Oficina del Economista Jefe de Petróleos de Venezuela, la ONG Primero Justicia obtuvo una donación a través de su madre, Antonieta Mendoza de López, que entonces ocupaba el cargo de Gerente de Asuntos Públicos de la División de Servicios de PDVSA Petróleo y Gas S.A, lo cual contravino las Normas Sobre Conflicto de Interés, es clavo pasado. De existir un delito real debió haber un juicio y una sentencia al respecto. Y, en última instancia, debió impedirse que la ONG Primero Justicia se convirtiera en un partido político. Como dicen en el barrio: “a lo hecho, pecho”.

Hay muchas más cosas que desdicen de Leopoldo López como persona. Y que podrían servir para devaluar sus atributos electorales, incluso ante los ojos de sus fans y potenciales seguidores. Por ejemplo, va por ahí presumiendo de ser economista. Pero resulta que nunca estudió en ninguna universidad venezolana. Y además, no existen en el Ministerio de Educación las revalidas respectivas que lo acrediten como economista. Incluso, quienes estudiaron con él en secundaria no recuerdan que se haya graduado de bachiller. Sus padres, Leopoldo López Gil y Antonieta Mendoza, lo enviaron al exterior apenas fue  rescatado de Tradición Familia y Propiedad. En otras palabras, no existen pruebas contundentes de su preparación académica.  Sería bueno solicitar a la Universidad Católica Andrés Bello copia del expediente de López, quien se desempeñó como docentes en las aulas de dicha institución.  En síntesis, toda su vida ha sido un  “pirata”.

Recientemente, cuando la Corte Internacional dio a conocer la sentencia  a su favor, López en un improvisada tarima en el Municipio Chacao (territorio que conserva para negocios propios y familiares), trató de mostrarse como un padre cariñoso. Extendió los brazos para cargar a su pequeña hija, Manuela, y para sorpresa de todos,  la niña puso resistencia. La bebé refunfuñó hasta que la mamá, Lilian Tintori,  subió a la tarima y la rescató de los brazos del “cariñoso padre”. Esto revela que Leopoldo no acostumbra a cargar a su hija. Demuestra además su intención por diferenciarse de Henrique Capriles, a quien no se le conoce hijos ni mujer. Sin embargo, desde su noviazgo con la también periodista Ana Vaccarella, López atesora fama de maltratador.

En conclusión, Leopoldo López no debe ser el objetivo a derrotar por parte del chavismo. Convertirlo en un mártir o perseguido político, sólo le dará más argumentos a la MUD para atacar al Gobierno en el ámbito internacional. El presidente Chávez debe pensar que sus grandes problemas en miras a una reelección son otros. Y mucho más serios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario